martes, 20 de septiembre de 2011

KATAS - Conocimiento del pasado

Saiko Shihan Goshi Yamaguchi
Nota realizada por Jokyo Walter Floxo 4º Dan.


Iniciamos la presentación de los Katas, serie de técnicas encadenadas que constituyen la forma más representativa de las artes marciales. Los Katas de karate-Do se practican de forma individual, posibilitando un entrenamiento constante en cualquier situación. 

La traducción de la palabra Kata es “forma” y se adapta perfectamente a su significado, puesto que ésta es su intención. Los movimientos del Kata reproducen una “forma” de ataque o defensa, su conjunto representa la “forma” de desenvolverse frente a un combate imaginario y su finalidad es la “formación” técnica del alumno. Los antiguos Maestros luego de muchos años de estudios y reflexiones sobre combates sintetizaban sus técnicas dentro de uno o varios Katas, donde encerraban el conocimiento de su vida; de aquel Maestro o estilo. 

Al hablar de los Katas nos hemos referido siempre constantemente a sus distintos caracteres técnicos y a la intención de perfeccionarlos al máximo, sin embargo, y sin omitir lo anterior, hay una faceta en los Katas que no debe ser olvidada, y es su utilidad como entrenamiento físico. 

Deben ser practicadas como una unidad orgánica, con fluidez suave y con vigor al pasar de una técnica a otra. Cada Kata tiene un ritmo dinámico, momentos de mayor intensidad y otros más lentos. Hay Katas que exigen agilidad felina y otros que son ejercicios de respiración y fuerza. 

Debemos ser conscientes al estudiarlos que si los Katas han llegado a nuestro tiempo en su forma actual no ha sido por un producto del azar, sino por una meticulosa y magistral selección entre los diferentes movimientos, utilizando los más óptimos, no solo por lógica o con propósito de autodefensa, sino por su mejor adaptación al desarrollo físico necesario de acuerdo con un criterio genérico de escuela o particular del Kata.

Kyoshi Shihan Andrés Avila
Contemplando los Katas desde éste ángulo se puede observar cómo se utilizan movimientos que requieren gran amplitud en el pecho y conllevan un mejoramiento en la respiración, otros necesitan una gran elasticidad, aportando un amplio trabajo sobre músculos, tendones y articulaciones; algunos aúnan la coordinación de distintos miembros; junto al equilibrio, y otros inciden sobre un profundo trabajo de fortalecimiento muscular y articular. 

Al final, todos ellos combinados constituyen un magnífico camino para el mejoramiento físico, siempre y cuando no se abandone la ejecución correcta y exacta de cada movimiento, no debiendo, por tanto, realizarse un Kata nunca de forma negligente, ya que por los Katas se aprende que la eficacia viene de la perfección técnica. Por esto debemos llegar a una forma exterior perfecta, igual a aquella pregonada por los Maestros del pasado y así poder llegar a comprender su eficacia para el dominio físico y mental. 
Es conveniente insistir una vez más en la importancia de los Katas para el aprendizaje y el progreso en el Karate-Do, veamos pues, cómo además de los factores ya enumerados, el orden y corrección de los movimientos y la línea de realización (embusen), existen otros no menos importantes, que son los que dan vida al Kata y lo alejan de una mera repetición mecánica de movimientos, como son la mirada (chakugan), el movimiento fluido de los pies (unzo ku), el espíritu demostrado (kihaku) y la terminación correcta (zanshin). 

El dominar todos estos factores supone un largo aprendizaje, pero en su inicio debemos destacar como de suma importancia estos tres: 

  1. Concentración de la fuerza en el momento preciso. 
  2. Fluidez de movimientos, con rapidez o lentitud, según lo pida la técnica. 
  3. Elasticidad del cuerpo y expansión o contracción del mismo. 

Agrupados en Katas iniciales (fukyu), básicos (kihon) y avanzados (kaishu), representan los diferentes escalones por los que debe avanzarse, no debiendo recorrerlos a la carrera o de dos en dos. 
Los Katas iniciales tienen una clara finalidad pedagógica, buscando la corrección técnica y el fortalecimiento físico del cuerpo. 
Los Katas superiores, conllevando una madurez técnica, añaden a esta un sinnúmero de desplazamientos y combinaciones que propician la agilidad, reflejos y equilibrio. 
Todos ellos se desarrollan siguiendo unos moldes rígidos de realización, dentro de un orden preestablecido, en el que tanto la exactitud de la técnica como la línea de desplazamiento (embusen) debe ser firme y constante, de forma que el primer y último movimiento coincidan sobre el mismo punto. 
Su práctica provoca elasticidad, armonía y ritmo, a la vez que velocidad y potencia. Pero no debe señalarse solamente su utilidad física, puesto que en ellos es vital tomar una actitud mental correcta, con total identificación con el Kata que se desarrolla, viviendo sus movimientos e interpretando sus diversas fases. La coordinación mental en los gritos (kiai), como culminación de una técnica definitiva (kime), es aún más importante que la realización física de la misma. 
Jokyo Walter Floxo
No abandonar nunca su entrenamiento es una garantía de progreso en las artes marciales. Por eso el verdadero significado y espíritu del Karate-Do está impreso en los Katas y solo por la práctica constante podremos entender a fondo los significados y los propósitos de quienes los crearon.

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