jueves, 13 de junio de 2013

Apariencias, respeto y reflexión

Monumento a MIYAMOTO MUSASHI (1584-1645)
"Según cuentan las historias, un buen día entró un vagabundo con dos espadas de gran calidad en una taberna pidiendo comida.
El sujeto apestaba y alrededor suyo revoloteaban tres moscas atraídas por el mal olor que despedía. Al verlo sentado en una mesa, comiendo, dos vecinos del pueblo empezaron a hablar sobre aquel personaje, preguntándose a quién habría robado aquellos aceros, y tacharlo de ladrón y de pordiosero, cuando, en un momento dado y sin mediar palabra, el vagabundo alzó sus palillos en tres suaves y ágiles movimientos haciendo caer a las tres moscas sobre la mesa después de haberlas atrapado con los mismos... 
Ambos pueblerinos huyeron de la taberna despavoridos, pues, sin duda, ese era Miyamoto Musashi"

Todos tenemos que entender cuál es el sentido, el objetivo del Karate, es decir, su Do. Toda la práctica está dirigida a perfeccionar nuestra moral, nuestra ética, nuestra espiritualidad y, en definitiva, a ser mejores personas. Si no se entiende el Do del karate, todo se resume en un par de golpes de puño y patadas al aire. El sentido es mucho más profundo y serio. Tenemos que prestarle más atención al Dojo Kun.



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